¿Por qué los bancos crean dinero?

Esa es una gran parte de su trabajo. Satisfacen las demandas de préstamos del público, en la medida de lo posible en función de algunos parámetros definidos.

Si los préstamos se limitaran a prestar solo los dólares “adicionales” que los depositantes probablemente dejarían en el banco por un tiempo, la cantidad que el banco podría prestar sería mucho menor. Entonces, prestan dinero en función de sus depósitos y otros activos, pero fingen que el dinero todavía está en el banco y han prestado dinero “nuevo”, hasta cierto punto cuando han prestado alrededor del 90% del valor de sus activos, utilizando el 10% como el margen de reserva requerido.

Este proceso de creación de dinero, a través de la banca de reserva fraccional, satisface la necesidad de más dinero cuando se está produciendo la expansión económica, y en realidad es bastante receptivo, si los reguladores federales están haciendo su trabajo ajustando los parámetros desde los cuales operan los bancos. Los bancos sí cobran intereses de este dinero “creado de la nada”. Esto me parece un poco cuestionable, éticamente.

Cuando se pagan los préstamos, el dinero creado por el proceso de préstamo es efectivamente “retirado”, o no creado, cuando el préstamo se devuelve. Eso puede ser un problema en una recesión económica, ya que a medida que se paga más deuda, hay menos dinero en circulación, y esto puede convertirse en un peor ciclo a la baja.

Sin embargo, en la recesión, los bancos pueden ejecutar hipotecas sobre propiedades y poseerlas, debido al hecho de que los propietarios habían tomado prestado dinero que el banco creó de la nada, más o menos. Luego pueden mantener estas propiedades hasta que los valores de los activos se recuperen, y luego obtener ganancias vendiendo la ejecución hipotecaria para volver al mercado. Esto también me molesta un poco.

Sin embargo, mover las propiedades embargadas nuevamente al mercado a menudo es difícil, si no se hace de inmediato. Las propiedades vacantes pueden deteriorarse rápidamente cuando se dejan vacantes. En algunos lugares, barrios enteros pueden desaparecer. Detroit tiene decenas de miles de propiedades embargadas, de las cuales es poco probable que los bancos vean mucho retorno. En este caso, los saldos de las hipotecas sobrantes se vuelven “permanentes”, ya que no desaparecerán: el préstamo nunca se cancela.

Es una ruta tortuosa en la que el dinero viaja desde la creación hasta la destrucción.

Parece más bien que los bancos no pueden perder.