¿Los recortes de impuestos para los que más ganan alguna vez han resultado en un crecimiento general de empleos o salarios?

No directamente. Pero veamos qué sucedió cuando los impuestos se aplicaron a las cosas que aquellos que obtuvieron mejores ingresos y los ricos (que pueden no haber sido los mejores) compraron como una cuestión de lujo.

Primero, un ejemplo personal. ¡Mi padre no era un gran ganador por asomo! Él, sin embargo, codició un buen auto como su último vehículo. Aquí está el auto que eligió:

(El suyo no tenía el techo corredizo).

Chrysler había visto los efectos del impuesto de lujo (que empapa el rico impuesto). ¿Que hicieron? Le pusieron un precio al vehículo por debajo del umbral fiscal de lujo (de 30K US $).

¿Pero yates y barcos de lujo? ¡El negocio se hundió totalmente! ¡Cientos de personas se quedaron sin trabajo y entraron en desempleo y bienestar! El GAO? Bueno, después de tres años feos informaron que el gobierno de los EE. UU. Perdió más en impuestos faltantes sobre la renta y pagos de beneficios que luego compensaron en la totalidad de las recaudaciones fiscales de lujo. ¡Vaya!


Algunas pequeñas adiciones:

1) Heredé el auto. Está en el garaje en invierno y se conduce ligeramente durante el resto del año.

2) Que 3ooM? ¡Era lo suficientemente eficiente como para pasar también bajo el *** impuesto aún presente *** Gas ​​Guzzler!

3) La industria de los yates, yates son compras discrecionales. La industria experimentó una leve recuperación después de que se derogó el impuesto, pero el daño ya estaba hecho. Las empresas se habían trasladado principalmente a otros países. ¡Vaya, OTRA VEZ!

Disfrutar.

La pregunta es la eficiencia de los recortes de impuestos dentro de las corporaciones gigantes. Y los ejemplos que escucha en las noticias son sobre Goldman Sachs y similares, que tienen muchos asalariados altos pero muy pocos tomadores de decisiones. Podría bajar la tasa corporativa a cero, y el riesgo moral aún impediría la contratación.

En las pequeñas empresas, para las que la mayoría de las personas que leen este trabajo, la conexión es clara e instantánea. Nunca he trabajado en una empresa, grande o pequeña, que no tuvo en cuenta la tasa impositiva (y más que eso la carga regulatoria, incluidos esos impuestos) en cada decisión de contratación. Nunca he visto una pequeña empresa que no contrataría a más personas al instante si no fuera por el papeleo y los gastos, no por contratarlos, no por el gasto del mercado, sino por el cumplimiento, es decir, los impuestos.

Pregúntele a su jefe especialmente, especialmente si él o ella es el único propietario.