¿Cómo puede ayudar la relatividad cultural en términos de globalización?

Simplemente al permitirnos ver las culturas no a través de la lente de la superioridad racial o una jerarquía de valores dada, sino a través de las cualidades fundamentales de la humanidad que expresa cada cultura.

Si consideramos que “cultura” en este contexto significa “cómo diferentes personas expresan y reifican su identidad social”, entonces la globalización nos obliga a reconocer la diversidad que nos rodea. Esta diversidad no es nueva, ha estado allí desde tiempos inmemoriales. La diferencia hoy es que la globalización abre estas culturas diversas a todos. Hoy, todos somos viajeros, incluso aquellos que pasamos todo el día sentados detrás de un escritorio con una computadora portátil frente a nosotros. Ninguna cultura puede, o debería, reclamar superioridad. Eso siempre fue una falacia peligrosa y hoy aún más. Entonces, nuestra exploración de la diversidad debe ser desde el reconocimiento de que todo es relativo.