¿Qué tan viable sería introducir una moneda común para las naciones de la SAARC?

El crecimiento del acuerdo de cooperación económica regional es uno de los principales desarrollos en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. La formación de la integración regional ha sido muy exitosa en reunir a países históricamente hostiles. El ejemplo clásico es el estado en la Unión Europea y el sudeste asiático, donde las dimensiones económicas han traído enemigos desde hace mucho tiempo en el mismo estrado. La premisa básica sobre la cual se fundó SAARC fue que al activar las identidades culturales cooperativas y los intereses económicos, los conflictos políticos y las tensiones en el sur de Asia podrían moderarse, si no eliminarse por completo. Parece ventajoso que los países de la SAARC puedan adoptar una moneda única que mejore sustancialmente su poder de negociación en el mercado mundial. La atracción de una moneda común es que no representa la moneda de ningún país. Es ventajoso lidiar con un menor número de monedas ya que cada vez que se convierte una moneda hay una gran pérdida. El régimen monetario común, cuando se logra, puede presentar beneficios sustanciales para la región. Con la incertidumbre sobre la eliminación de los tipos de cambio, y los costos de transacción reducen el comercio y la inversión en la región pueden obtener un gran impulso. También con la creación de dinero bajo las pautas regionales, habría mejores perspectivas de sincronización de la inflación, la tasa de interés y el crecimiento del PIB, todo lo cual puede contribuir al crecimiento acelerado y la reducción de la pobreza.